El negocio de los datos está en alza desde hace bastante tiempo.
Los algoritmos se enriquecen y hacen grandes en base a cómo los alimentamos. Sin embargo, todavía no somos conscientes de lo poco que controlamos nuestros datos.
¿Somos conscientes de hasta qué punto nos puede llevar no tener control sobre nuestros datos?
En nuestra historia, tenemos experiencia en regular tierras e industrias – pero no sabemos nada de regular datos, que no podemos ni ubicarlos en el tiempo y el espacio, apenas estamos comprendiendo lo fuertes que pueden ser.
“A medida que cada vez más y más datos fluyan de nuestro cuerpo y cerebro a las máquinas inteligentes a través de los sensores biométricos, más fácil les resultará a las empresas y a los organismos gubernamentales conocernos, manipularnos y tomar decisiones en nuestro nombre” Yuval Noah Harari.
Como usuarios, no tenemos ni idea de cuáles son nuestros derechos. Los gobiernos tienen poca experiencia y pocos expertos vinculados a estos temas. Así es que se vienen posponiendo muchísimos asuntos que deberían ser prioridad desde hace años.